Más de 300 expertos de diferentes campos de la medicina se reunieron en Madrid el sábado 21 de octubre, con motivo del IV Congreso de la Sociedad Española de Epilepsia (SEEP) para debatir sobre las necesidades y retos actuales en el manejo y control de la epilepsia. Una enfermedad que sufren cerca de 4 millones de personas en Europa y unos 400.000 en España.
Tal y como ha señalado el doctor José Mª Serratosa, presidente de la SEEP, “se trata de la reunión más importante en nuestro país sobre epilepsia, ya que aborda la enfermedad desde un punto de vista multidisciplinar, gracias a la participación de expertos en áreas muy diversas como la neurorradiología, la neurociencia básica, la neurocirugía, la neuropediatría y la neuropsicología, entre otras”.
Entre las novedades de esta edición destaca el análisis de la epilepsia en personas de edad avanzada. Un grupo de pacientes en los que, en opinión del doctor Antonio Gil-Nagel, vicepresidente de la SEEP, “resulta a veces difícil pensar en una crisis de epilepsia ante un episodio de déficit neurológico, ya que casi siempre suele atribuirse a ictus o isquemia cerebral transitoria. En los ancianos es imprescindible tener una mayor supervisión sobre la medicación antiepiléptica, teniendo en cuenta los riesgos asociados a los efectos secundarios, que pueden ser responsables de caídas e interacciones con otros fármacos”.
Asimismo, en el marco de esta reunión, se profundizará en aspectos relacionados con problemas asociados a la epilepsia infantil, especialmente el trastorno por déficit de atención y la disfunción cognitiva. Este experto ha asegurado que “se trata de problemas frecuentes en los niños con epilepsia y se originan por una combinación de factores que incluyen la enfermedad de base, la frecuencia de las crisis, la actividad epileptiforme y la medicación antiepiléptica”.
En relación a este tema, el doctor Juan José García Peñas, secretario de la SEEP, ha asegurado que “en estos casos es especialmente importante desestigmatizar la enfermedad, no ocultarla, y facilitar a los profesores informes médicos y pautas de actuación ante una crisis epiléptica en el entorno escolar”.